[AD] Turno 15 [Grupo] [Montañas, Tarde]
Montañas de la Boca del Desierto, 13 de Tarsakh (abril), 1372 CV Año de la Magia Salvaje. Por la Tarde.
[Shadril]
Shadril se asomó con cuidado al borde del risco, observando con curiosidad y cierta decepción el campamento orco. Estaba bastante sorprendida de encontrarse con aquel asentamiento.
Con cierto disgusto, se volvió hacia sus compañeros.
- Vaya, no pensaba que fuéramos a encontrárnoslos de esta manera, esto si que es un problema.
Lo cierto, era que no le apetecía ni un ápice investigar mucho más sobre aquel lugar, pues la hospitalidad orca no era la más agradable del mundo.
- Creo que deberíamos seguir con la búsqueda de los elfos oscuros, no parece que esto se vaya a mover mucho de aquí. A no ser que prefiráis esperar para ver si envían algún grupo desde aquí a buscarlos y seguirlo.
[Amroth]
Acariciándose distraidamente la barbilla, Amroth miraba pensativo hacia el campamento orco. Tras un momento, y sin apartar los ojos del mismo, se mostró conforme con su compañera elfa.
- Yo tampoco me esperaba encontrar un campamento orco al completo. También creo que deberíamos buscar a los malditos drows. Si no los encontrásemos, en el peor de los casos podríamos volver aquí de nuevo. No parece que estos orcos se vayan a mudar en un periodo corto de tiempo.
Dándose la vuelta, el explorador empezó a alejarse del campamento.
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Decididos a alejarse del lugar lo más pronto posible, el trío se puso en marcha de inmediato. A pesar del cansancio de llevar todo el día y toda la noche caminando por las montañas, lo mejor, en opinión de todo el grupo, era poner toda la distancia posible entre los orcos y ellos mientras ún fuese de día. Así pues, se dirigieron, guiados por Amroth, en la dirección en la que suponían que se encontraban los drows, basándose en la conversación escuchada esa misma noche.
Estaban cansados, pero se movían a buen ritmo y para el mediodía, ya se encontraban a una buena distancia del campamento orco. Tras la fatigosa jornada el grupo se demoró más de lo habitual almorzando y descansando, incluso dando alguna cabezada. Cuando estaban recogiendo sus cosas para ponerse de nuevo en marcha, Aramir distinguió algo entre las rocas de más abajo, quizás un cuerpo.
El descenso por las rocas no fue fácil, pero tras una bajada más larga de lo esperado, y tras estar a punto de sufrir una desgracia, el trío llegó hasta lo que, en efecto, resultó ser un cadáver. En concreto el cadáver de un drow. Resultaba evidente que llevaba varios días muerto y que cualquier prueba de la causa de su muerte se la habrían llevado las criaturas que se habían estado alimentando de él los últimos días. Sus entrañas, así como sus ojos y otras partes blandas del cuerpo, habían sido pasto de los animales carroñeros de las montañas. Aunque lo que fuese que se hubiese comido sus tripas parecía ser algo realmente grande...
En el cuerpo no quedaban más posesiones que sus destrozadas ropas y armadura. La armadura, una cota de mallas de factura drow, resultaba ya completamente inservible. No se veían armas ni otros objetos personales.
Al menos, parecía claro que iban por buen camino, así que Amroth se adelantó al grupo una vez más aunque no tardó en volver a reunirse con sus compañeros.
- Ahí delante, no muy lejos, hay una fortaleza. Parece hecha por enanos y es muy antigua. Y aunque a primera vista parece abandonada, estoy seguro de que hay alguien allí. He visto movimiento aunque no puedo asegurar que sean los drows.
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